Fecha de Nacimiento: 31 de agosto de 1954
Comenzó su carrera empresarial como ejecutivo de Shell en
1977. Alcanzó la presidencia de la filial argentina de la institución en el año
2003, cargo que detentó hasta el año 2015.
Bajo su mandato, la firma anglo-holandesa fue sancionada por
aplicar aumentos abusivos en el precio de los combustibles líquidos, y se le
iniciaron diversas causas civiles y penales por contaminación ambiental en la
zona conocida como “Villa Inflamable” de la localidad de Dock Sud, provincia de
Buenos Aires. Allí, además, se descubrió que la refinería utilizaba
clandestinamente en sus actividades una cifra cercana a los 20 millones de
litros de agua por hora.
Imposibilitado de subir los precios por aplicación de las
políticas nacionales de aliento del consumo, Aranguren ordenó durante su
gestión en Shell el “stockeo” de combustible para forzar la suba del valor de
naftas y gasoil. Fue por ello también penalmente denunciado, conforme lo
establece la Ley de Abastecimiento.
También fue acusado de influir en el libre mercado del dólar
a través de la compra por parte de la empresa de grandes cantidades de esta
divisa, con el fin de generar, de forma indirecta, el aumento de los
combustibles comercializados por Shell, atados a la moneda norteamericana.
En el año 2015 renunció a la dirección de la firma
petrolera, de la que también es accionista, para integrar el gabinete de
Ministros de Mauricio Macri. Fue el primer Ministro de Energía.
Una de sus primeras medidas fue la de discontinuar la compra
de gas domiciliario a Bolivia y ordenar que se lo adquiriera de una filial de
Shell con asiento en la República de Chile, a un precio 128 % más caro.
Fue el encargado de ejecutar la política macrista de quita
de subsidios y de llevar a valor dólar el precio de la energía en todas sus
formas y en todas sus etapas: producción, transporte y distribución. De esta
manera, con el correr de los años, en algunas zonas del país el gas
domiciliario registró aumentos que superaron el 2.000 %.
Durante su cargo, Aranguren promovió la reducción a un 50 %
de las actividades de cateo de la petrolera estatal YPF, competidora de Shell
en el mercado. Dispuso un programa de incrementos en los precios de los combustibles
que condujo a la República Argentina a tener la segunda nafta más cara de toda
la región.
En materia de electricidad, intercedió para que se
condonaran deudas que las empresas Edenor y Edesur mantenían con el Estado
Nacional por más de 19.000 millones de pesos. Paralelamente, y con el argumento
de que se otorgaría un mejor servicio, aumentó el precio del consumo eléctrico
domiciliario e industrial en más del 1.000 %.
Benefició a la empresa Shell otorgándole 7 licitaciones de
un total de 8 durante su gestión. Descubierto por el periodismo no hegemónico, simuló
la venta de sus acciones de la empresa a manos de un testaferro, a fin de
librarse de responsabilidad.
Juan José Aranguren está vinculado a dos empresas “offshore”
en los “Panama Papers”: Shell Western Supply and Trading Limited (con sede en
Barbados) y Sol Antilles y Guianas Limited, con oficinas en Londres. Ambas
realizaron negocios con Shell Argentina desde que fue nombrado presidente de la
empresa en 2003.
En medio del proceso de aumento brutal de tarifas fue interpelado
en el Congreso de la Nación. A fin de evaluar la razonabilidad de los
incrementos, el diputado José Luis Gioja lo invitó a que revelara el precio del
millón de BTU de gas (aprox. 27,8 m3) en boca de pozo. Aranguren respondió que
“hay distintos casos”. Gioja le reformuló la pregunta y Aranguren contestó que
no podía dar un valor cierto. El diputado le hizo notar que una persona que
había ejercido cargos de importancia durante 40 años en una de las petroleras
más importantes del mundo no podía ignorar un dato de conocimiento tan
cotidiano y habitual en el mundo de la explotación gasífera, por lo que
insistió con el requerimiento: “Ministro”, dijo, “díganos cuánto cuesta el
millón de BTU en boca de pozo”.
Aranguren, visiblemente molesto, admitió de viva voz: “Me
resisto a contestar”.
En junio de 2018 fue relevado de su cargo y se le
agradecieron formalmente los valiosos servicios prestados a la Nación.
Su cartera es hoy una secretaría de gobierno que depende del
Ministerio de Hacienda. A pesar de aquellas manifestaciones de desconocimiento
acerca de temas centrales en el ámbito de la explotación petrolífera, hoy es
dueño de la principal consultora en materia de servicios energéticos del país.
No existen datos certeros acerca de su real fortuna, la que
se cree asciende a más de 100 millones de dólares. En sus declaraciones juradas
como funcionario público manifiesta que más de las tres cuartas partes de su
patrimonio en dinero se encuentra en el exterior (al menos, 88 millones de
dólares en depósitos colocados en diferentes bancos extranjeros). Preguntado
por la causa de esta fuga de dinero perpetrada incluso mientras era funcionario
público contestó: “tiene que ver con la confianza que hemos perdido en
Argentina”.
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