Fecha de Nacimiento: 4 de mayo de 1960
Hijo de un empresario hotelero e inmobiliario, comenzó su carrera política como radical alfonsinista en la década de 1980, dentro de Franja Morada. Desde entonces, alternó la militancia con actividades empresarias desplegadas en el núcleo parental. Regenteó el complejo Torres de Manantiales en la ciudad de Mar del Plata y el Palacio San Miguel de la ciudad de Buenos Aires, de los que su familia es propietaria.
Integró el llamado “Grupo Sushi” durante la presidencia de Fernando De la Rúa, una suerte de “círculo rojo” que aconsejó al mandatario la implementación de las políticas que terminarían en la debacle del año 2001. Fue Secretario de Turismo y luego interventor de la Administración de Parques Nacionales, cargo que le permitió multiplicar sus negocios como emprendedor turístico en el sur argentino. Su influencia en el gobierno del líder radical fue cada vez mayor y logró concentrar en sus manos las secretarías de Turismo, Cultura y Deportes.
Luego de la ruptura democrática de diciembre de 2001, Hernán Lombardi se alió a la centroderecha bajo el ala de Ricardo López Murphy en el partido “Recrear para el Crecimiento”. Hacia fines de la década del 2000, toda la estructura de Recrear pasó a formar parte del frente macrista Compromiso para el Cambio. Sin embargo, formalmente, Lombardi continúa afiliado a la Unión Cívica Radical.
Con Mauricio Macri como Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Hernán Lombardi orientó definitivamente su praxis política hacia el neoliberalismo, el recorte de derechos y el favorecimiento de las élites económicas. Fue Ministro de Cultura de la Ciudad: su gestión se caracterizó por el cierre de centros culturales barriales y el despido de trabajadores de los teatros dependientes de la ciudad, en especial el Teatro Colón y el Teatro General San Martín. En el año 2013 mandó a reprimir la toma de la Sala Alberdi de esta institución: durante las acciones de “desalojo”, la policía, a sus órdenes, disparó contra los ocupantes con balas de plomo. En el año 2009, cedió el ex edificio del Patronato de la Infancia al Centro Cultural de España en Buenos Aires, luego de otra feroz represión tendiente a quitar de allí a unas 40 familias que no tenían hogar.
Ya con Macri como presidente de la Nación, fue designado Titular del Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos, cargo que ocupa desde el 10 de diciembre de 2015. Desde ese cargo, Lombardi propició un programa de intensa censura, recorte de libertades sindicales, persecuciones políticas y despidos masivos de empleados de los medios de comunicación oficiales. Ordenó revisar la correspondencia electrónica y las redes sociales de los empleados a su cargo y cesanteó a todos aquellos considerados “kirchneristas”, “de izquierda” y aun a los “negativos” o “no proactivos”.
Radio Nacional, Canal 7 y Télam (de donde echó a 357 personas) fueron los sectores donde más trabajadores fueron dejados sin empleo. Bajo su imperio, además, fueron eliminados contenidos culturales de las diversas plataformas de comunicación dependientes del Estado Nacional y se detuvo el crecimiento y expansión de la Televisión Digital Abierta. Fue uno de los mentores de la discontinuidad del programa “Fútbol para Todos”.
Ejecutó la política de desaparición paulatina de las actividades gratuitas, culturales y formativas del parque “Tecnópolis”. Una de sus primeras medidas fue la de destruir los grandes muñecos de personajes del canal Paka-Paka instalados en el predio. Preguntado por la causa de esta destrucción, contestó que se los removía porque estaban “podridos por dentro”.
Durante el año 2017 realizó una publicación en la red social Facebook, en la que propuso el desmantelamiento de las “capas geológicas” del Estado, locución con la que identificó a los trabajadores nombrados por las administraciones anteriores. Por la sangría de empleados que generó, se lo conoce con el mote de “El Vaciador”.
Se lo ha sindicado como autor encubierto de un perfil falso de Twitter que, bajo el nombre “Dra. Alcira Pignata”, propaga mensajes xenófobos, racistas, discriminatorios y de odio hacia minorías, hacia los pobres y muy especialmente hacia el kirchnerismo y los sectores de izquierda. La identidad entre ambos se evidenció en el año 2014, cuando en la cuenta del personaje se publicó un mensaje idéntico al subido por Lombardi en su Instagram personal. El “tuit” fue inmediatamente borrado. Sin embargo, algunos usuarios alcanzaron a realizar capturas de pantalla y viralizarlas. El entonces ministro de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires negó toda relación entre ambas cuentas.
Lombardi arrastra varias causas judiciales como imputado, entre las que se destaca una por desembolsos irregulares en la frustrada compra de un terreno de más de 10.000 hectáreas en la provincia de San Luis, para la creación de un Parque Nacional en el año 2000. En otro expediente se le reprocha haber ordenado, como Ministro de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, la realización de donaciones ilegales a la Fundación Pensar Argentina, conocida como la “usina de ideas del PRO”, partido encabezado por Mauricio Macri.
Hernán Lombardi posee una verba inteligente, filosa y provocadora. Vez a vez, los medios no hegemónicos exhiben sus contradicciones, que tuvieron y tienen por único fin el despliegue de mentiras justificatorias de las ilegalidades y los atropellos institucionales perpetrados por la administración de Mauricio Macri.
Luego de la derrota electoral de agosto de 2019, Lombardi sufrió un célebre acto fallido en medio de una entrevista televisiva. Preguntado acerca de las causas del desastre del macrismo en los comicios, contestó que el fracaso se debió a que “le metimos la mano en el bolsillo a la gente”.
Hijo de un empresario hotelero e inmobiliario, comenzó su carrera política como radical alfonsinista en la década de 1980, dentro de Franja Morada. Desde entonces, alternó la militancia con actividades empresarias desplegadas en el núcleo parental. Regenteó el complejo Torres de Manantiales en la ciudad de Mar del Plata y el Palacio San Miguel de la ciudad de Buenos Aires, de los que su familia es propietaria.
Integró el llamado “Grupo Sushi” durante la presidencia de Fernando De la Rúa, una suerte de “círculo rojo” que aconsejó al mandatario la implementación de las políticas que terminarían en la debacle del año 2001. Fue Secretario de Turismo y luego interventor de la Administración de Parques Nacionales, cargo que le permitió multiplicar sus negocios como emprendedor turístico en el sur argentino. Su influencia en el gobierno del líder radical fue cada vez mayor y logró concentrar en sus manos las secretarías de Turismo, Cultura y Deportes.
Luego de la ruptura democrática de diciembre de 2001, Hernán Lombardi se alió a la centroderecha bajo el ala de Ricardo López Murphy en el partido “Recrear para el Crecimiento”. Hacia fines de la década del 2000, toda la estructura de Recrear pasó a formar parte del frente macrista Compromiso para el Cambio. Sin embargo, formalmente, Lombardi continúa afiliado a la Unión Cívica Radical.
Con Mauricio Macri como Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Hernán Lombardi orientó definitivamente su praxis política hacia el neoliberalismo, el recorte de derechos y el favorecimiento de las élites económicas. Fue Ministro de Cultura de la Ciudad: su gestión se caracterizó por el cierre de centros culturales barriales y el despido de trabajadores de los teatros dependientes de la ciudad, en especial el Teatro Colón y el Teatro General San Martín. En el año 2013 mandó a reprimir la toma de la Sala Alberdi de esta institución: durante las acciones de “desalojo”, la policía, a sus órdenes, disparó contra los ocupantes con balas de plomo. En el año 2009, cedió el ex edificio del Patronato de la Infancia al Centro Cultural de España en Buenos Aires, luego de otra feroz represión tendiente a quitar de allí a unas 40 familias que no tenían hogar.
Ya con Macri como presidente de la Nación, fue designado Titular del Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos, cargo que ocupa desde el 10 de diciembre de 2015. Desde ese cargo, Lombardi propició un programa de intensa censura, recorte de libertades sindicales, persecuciones políticas y despidos masivos de empleados de los medios de comunicación oficiales. Ordenó revisar la correspondencia electrónica y las redes sociales de los empleados a su cargo y cesanteó a todos aquellos considerados “kirchneristas”, “de izquierda” y aun a los “negativos” o “no proactivos”.
Radio Nacional, Canal 7 y Télam (de donde echó a 357 personas) fueron los sectores donde más trabajadores fueron dejados sin empleo. Bajo su imperio, además, fueron eliminados contenidos culturales de las diversas plataformas de comunicación dependientes del Estado Nacional y se detuvo el crecimiento y expansión de la Televisión Digital Abierta. Fue uno de los mentores de la discontinuidad del programa “Fútbol para Todos”.
Ejecutó la política de desaparición paulatina de las actividades gratuitas, culturales y formativas del parque “Tecnópolis”. Una de sus primeras medidas fue la de destruir los grandes muñecos de personajes del canal Paka-Paka instalados en el predio. Preguntado por la causa de esta destrucción, contestó que se los removía porque estaban “podridos por dentro”.
Durante el año 2017 realizó una publicación en la red social Facebook, en la que propuso el desmantelamiento de las “capas geológicas” del Estado, locución con la que identificó a los trabajadores nombrados por las administraciones anteriores. Por la sangría de empleados que generó, se lo conoce con el mote de “El Vaciador”.
Se lo ha sindicado como autor encubierto de un perfil falso de Twitter que, bajo el nombre “Dra. Alcira Pignata”, propaga mensajes xenófobos, racistas, discriminatorios y de odio hacia minorías, hacia los pobres y muy especialmente hacia el kirchnerismo y los sectores de izquierda. La identidad entre ambos se evidenció en el año 2014, cuando en la cuenta del personaje se publicó un mensaje idéntico al subido por Lombardi en su Instagram personal. El “tuit” fue inmediatamente borrado. Sin embargo, algunos usuarios alcanzaron a realizar capturas de pantalla y viralizarlas. El entonces ministro de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires negó toda relación entre ambas cuentas.
Lombardi arrastra varias causas judiciales como imputado, entre las que se destaca una por desembolsos irregulares en la frustrada compra de un terreno de más de 10.000 hectáreas en la provincia de San Luis, para la creación de un Parque Nacional en el año 2000. En otro expediente se le reprocha haber ordenado, como Ministro de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, la realización de donaciones ilegales a la Fundación Pensar Argentina, conocida como la “usina de ideas del PRO”, partido encabezado por Mauricio Macri.
Hernán Lombardi posee una verba inteligente, filosa y provocadora. Vez a vez, los medios no hegemónicos exhiben sus contradicciones, que tuvieron y tienen por único fin el despliegue de mentiras justificatorias de las ilegalidades y los atropellos institucionales perpetrados por la administración de Mauricio Macri.
Luego de la derrota electoral de agosto de 2019, Lombardi sufrió un célebre acto fallido en medio de una entrevista televisiva. Preguntado acerca de las causas del desastre del macrismo en los comicios, contestó que el fracaso se debió a que “le metimos la mano en el bolsillo a la gente”.
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