domingo, 10 de noviembre de 2019

Sección "PARTÍCIPES NECESARIOS" - Hoy: Mónica GUTIÉRREZ

     Nombre completo: Clara Mónica GUTIÉRREZ
     Fecha de nacimiento: 8 de marzo de 1955

     Venida desde Rosario durante la última dictadura militar para trabajar en órganos icónicos de la época como 60 Minutos o Informe Uno, Mónica disparó su carrera luego de la asunción de Raúl Alfonsín, desde la televisión pública democrática. Los primeros años de gobierno constitucional la vieron desarrollar una tarea discursiva de afianzamiento de las instituciones, con participaciones destacadas como el seguimiento del conato de sedición de Semana Santa en 1987, el copamiento del cuartel de La Tablada en 1989 y el intento de golpe de Estado de diciembre de 1990.

     Durante el furor que generó la llegada de la televisión por cable a la vida de la clase media, condujo varios programas en esa plataforma. A finales de la década, se afirmó como periodista en América TV, nombre que tomó el antiguo Canal 2 de La Plata que fuera arrastrado por la ola de privatizaciones. Desde entonces, Mónica Gutiérrez es un ícono de esa señal.

     A partir del inicio de la campaña de sugestión colectiva que desvió raciocinios hacia la elección de Mauricio Macri como presidente de la Nación, Gutiérrez ocupó un lugar preponderante en la selección y difusión de noticias de impacto emocional asequible a las directivas impresas por Jaime Durán Barba, el publicista ecuatoriano contratado por el entorno del PRO-Cambiemos para desarrollar la estrategia de captación de criterios.

     Quizás la “cobertura periodística” a su cargo que más y mejores resultados generó para el macrismo entre la clase media aspiracional fue la que realizó en la ciudad de Luján, provincia de Buenos Aires, en ocasión de las inundaciones de agosto de 2015, luego de las elecciones primarias. El entonces gobernador Daniel Scioli se encontraba en Italia, cuando una lluvia inesperada produjo en pocas horas un importante crecimiento del nivel del agua. La producción del programa contrató un bote para recorrer las zonas: Mónica aceptó vestirse de neopreno al estilo buzo táctico y, acompañada de un lugareño igualmente ataviado, describió con fuerte impresión pasional el meteoro. Direccionó las charlas con vecinos del lugar hacia el reconocimiento de que “esto tiene que ver con algo más que una contingencia climática”. Si bien la inundación se habría producido por causas como la pérdida del poder de absorción de la tierra por el monocultivo de soja, la regularidad en las crecientes del río Luján y el hecho de que los sectores anegados se hallaban construidos en un bajío pronunciado, Gutiérrez finalizó aquel día su nota destacando que aquello era “la nada misma, la desolación, el abandono, a fin de que sus espectadores relacionaran la tragedia natural con la ineficiencia kirchnerista producto de la desidia y la corrupción. Con el triunfo posterior de Cambiemos, “la nota de los botes” fue la última crónica de inundaciones televisada en medios hegemónicos.

     Desde el 10 de diciembre de 2015, Gutiérrez aceptó desempeñar el rol de portavoz de noticias en sintonía con la política comunicacional del macrismo: acentuación de la “grieta”, loas a la gestión oficial y blindaje de noticias desfavorables a toda persona relacionada con el gobierno, aun cuando desde los espacios contrahegemónicos se denunciara y demostrara el accionar formalmente delictivo de prácticamente todos los protagonistas de la administración Cambiemos. Mónica Gutiérrez, durante la presidencia de Mauricio Macri, ocupó un lugar líder en la difusión de contenidos de impacto emotivo y en la ocultación deliberada de hechos incriminantes del entorno amarillo, siempre con cargo de responsabilidad a “la gerencia de noticias del canal, que es la que decide”.

     Durante los días previos a la sanción de la Ley de Reforma Previsional –una norma dictada por influencia del Fondo Monetario Internacional para reducir el “gasto” estatal en jubilaciones y pensiones- Mónica avisó que “habrá ajustes que son dolorosos” e instó a que los trabajadores pasivos “resignen una parte”, porque “todos somos pobres. Cumplía así una determinación impuesta por el gobierno neoliberal y aceptada por Gutiérrez en su carácter de comunicadora: construir un velo de sentido común sobre el exterminio de derechos. Así, luego de los excesos policiales y parapoliciales cometidos durante la votación en el Congreso de dicha ley, Mónica desarrolló un discurso justificativo y reivindicatorio del accionar de las autoridades, otorgando mayor relevancia al “afeamiento” de paredes y a la rotura de baldosas por los manifestantes, que a la definitiva pérdida de asignaciones –a favor de la corrupción- por parte de uno de los sectores más vulnerables del tejido social.

     Llamativamente, pocos días después de su arenga, se conoció que, desde la asunción de Mauricio Macri, Gutiérrez había cobrado poco más de medio millón de pesos (por entonces, unos 30.000 dólares), en pauta publicitaria oficial incluida en el portal “monicagutierrez.com.ar”, un espacio que había recibido hasta entonces menos de 10 visitas diarias. Las entidades que pagaron por incluir propaganda en aquel desierto virtual, por la suma antedicha, fueron el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, el Senado de la Nación y la empresa estatal de agua AySA.

     El dinero recibido por el Senado ha incluido a Mónica Gutiérrez entre las personas a quienes Gabriela Michetti repartió sin control alguno más de 3 millones de pesos, bajo el rótulo de “pauta”, enmascarada en la figura de contrataciones directas y sin sustento fáctico-jurídico alguno.

     En cuenta aparte, su empresa “RAPPORTO S.A.” (que gestiona la página de Internet) facturó a diversas entidades oficiales, municipios afines y provincias de gobierno macrista otras cantidades por incluir publicidad: ANSeS, Aerolíneas Argentinas, Banco Ciudad de Buenos Aires, Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, Banco de la Provincia de Buenos Aires, Obra Social Ciudad de Buenos Aires, Municipio de Lanús (cuyo intendente, Néstor Grindetti, pertenece al PRO y figura en los Panama Papers), Municipio de San Isidro (de administración macrista), Municipio de Pilar (de administración macrista) y Lotería de la Provincia de Buenos Aires, entre otros.

     Más intensa y onerosa, aun, ha sido la relación de su pareja, el empresario Alejandro Fabián Gawianski, con los operadores del macrismo. En 2018, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires le alquiló un inmueble por más de 18 millones de pesos, con el fin de ser utilizado por la Subsecretaría de Contenidos de la jurisdicción administrada por Horacio Rodríguez Larreta. A pesar de esgrimir el latiguillo relativo a que “todos somos pobres”, Gutiérrez comparte tálamo y mesa con el presidente de Open Office (una empresa de equipamiento de oficinas), de la constructora Ag3 y de la firma HIT – Hoteles Innovación Tecnológica.

     Bastonera también emocional de los principios de predominio varonil postulados por el antikirchnerismo, a fines de 2018 generó una fuerte polémica cuando llamó en una entrevista influencer” a un hombre acusado y preventivamente encarcelado por abuso sexual. A pesar de que luego, en la mesa de Mirtha Legrand, intentara aclarar que se había tratado de una ironía, la reacción del espacio feminista fue tal que Mónica debió cerrar temporalmente su cuenta de Twitter.

     En junio de 2018 fue “escrachada” junto a Luis Majul por un grupo de manifestantes a la salida de la sede de América TV. Convencida de que las acusaciones de “mentirosa” no le atañían, Gutiérrez resistió al público, de viva voz, antes de refugiarse en su automóvil.

     Uno de los últimos trabajos para los que debió cumplir como contraprestación militante fue la moderación del segundo debate de candidatos presidenciales, previo al triunfo de Alberto Fernández. A él concurrió junto con otros periodistas “anti K”: Marcelo Bonelli, Claudio Rígoli y la “neutral” María O’Donnel. No obstante su clara filiación macrista, Gutiérrez aclaró en una de sus exposiciones públicas que se tomó en cuenta, para determinar la elección de dichos conductores, “que no haya una identificación con ningún partido político". Con ello, la periodista continuaba la tónica impresa por los comunicadores venales durante la totalidad del período: sostener desde el discurso lo contrario de lo que exhibe la realidad, con la finalidad de crear un estado de cosas perceptible tan sólo desde lo meramente lingüístico, como estrategia eficaz de penetración psicológica.

     Por su labor, Mónica Gutiérrez ha recibido numerosos premios y reconocimientos. En la “Biografía Autorizada” que figura en la página pagada con dinero público, la misma Gutiérrez cuenta con toda claridad:

Sobrellevé golpes  físicos y dilemas éticos.

     Expresión que  ilustra acerca del carácter voluntario de sus decisiones, orientación moral incluida.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario